¿Qué pasa cuando el Fundador ya no está?
Muchas Empresas Familiares han construido su éxito alrededor de una sola figura. Pero cuando esa figura se ausenta, ¿qué queda? ¿la Empresa desaparece?
Esta es una de las grandes trampas en las que caen las Empresas Familiares, y que comprometen seriamente su Continuidad.
El reto: Despersonalizar la Empresa
Para asegurar la Continuidad, es indispensable construir una estrategia sólida y una propuesta de valor clara más allá del Fundador.
Cuatro elementos clave para lograrlo:
- Plan de Sucesión: diseñado en vida del Fundador.
- Propósito Superior: alineado con la Familia y el Negocio.
- Estrategia Empresarial: compartida, no personal.
- Propuesta de Valor Institucional: concreta, replicable, sostenible y que no depende de la del Fundador / o que no sea el Fundador.
¿Por qué esto es crítico?
Si el cliente compra “al Fundador” y no a la Empresa, el negocio se vuelve frágil.
Si los entregables dependen de una sola persona, el valor es insostenible.
Si no se transmite lo que hace único al negocio, no hay legado.
En este video te explicamos:
Cómo construir una Propuesta de Valor que sobreviva a la figura del Fundador y se convierta en el verdadero motor de Continuidad Empresarial.
Te invitamos a verlo y reflexionar:
